domingo, 28 de abril de 2013

30 años de Apolos

El próximo 20 de mayo se cumplirán 30 años de la llegada del primer tren de la serie 2400 a Feve. En aquella fecha del año 1983 se descargaron en la estación de Ariz los tres coches que formaban la primera composición Apolo que recibía Feve de la Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona. Cinco días después, posiblemente ya trasladada a Santander y puesta en funcionamiento, fue recepcionada por Feve. Hasta finales del verano del 83 no llegaría la segunda de las unidades, por lo que con la 2401-5451-2451 se pudieron “romper la cabeza” maquinistas y personal de taller junto con técnicos de la Maquinista para conseguir poner en servicio el tren y practicar. En 1983 se conseguirían entregar las 6 primeras unidades y a lo largo de todo 1984 se entregaron las 8 restantes, con una periodicidad mensual, aproximadamente.



Las nuevas unidades disponían de dos coches motores y un remolque intermedio, motores diesel Büssing MAN, transmisión diesel eléctrica de la casa BBC y una velocidad máxima de diseño de 100 km/h. El Apolo de la MTM partía del diseño de la casa alemana LinkeHofmann-Busch y estaba inspirado en trenes diesel eléctricos VT2E utilizados en Alemania en varios ferrocarriles privados, Altona-Kaltenkirchener-Neumünstener (AKN), Graz-Köflacher (GKB), Frankfurt-Königsteiner- Eisenbahn (FKE) y Taunusbahn(TSB), con los que compartía la cadena de tracción y el diseño del bogie. Estos automotores alemanes estaban formados por dos coches motores con un bogie intermedio compartido, eran de ancho internacional. Fueron construidos entre 1976 y 1983. En los últimos construidos, para el AKN, los motores diesel eran Cuminns, mientras que los primeros eran MAN. El peso total de estos trenes era de 55 toneladas, sin embargo en los Apolo, con un remolque intermedio añadido, al parecer por deseo de Feve para asemejarlo a las composiciones MAN utilizadas frecuentemente en largo recorrido con dos motores y un remolque, el peso se elevaba a casi las 90 toneladas.

El diseño interior de los apolos, pensado para el viajero en largos trayectos por la cornisa cantábrica, se primó la comodidad frente a otros aspectos, por lo que el tren contaba con departamentos separados de la zona de puertas de acceso, y una disposición de plazas en configuración 2+1 con asientos reversibles. Además, uno de los dos coches motores llevaba un departamento con furgón, para la habitual paquetería de los ligeros en aquel entonces, con lo que las plazas sentadas de cada Apolo eran solamente de 101 viajeros.

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